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(Nota: Recientemente, leía un documento en pdf interesante, elaborado por Dan Warner de Fabulous, que es la fuente de este post. Así pues, pasaré a traducir libremente y a resumir en 1 o 2 posts más dicho documento, dado que el original consta de 47 folios)

Se podría decir que los dominios son activos raros. La lista potencial de dominios .com con valor significativo es limitada. Estamos siendo bombardeados continuamente por anuncios de televisión, carteles, cuñas de radio que incluyen dominios, lo cual hacen que sean cada vez más valiosos y más escasos.

La disponibilidad de dominios libres disponibles interesantes es ya bastante escasa, con lo que podría considerarse un recurso limitado. A esto se une que los propietarios de dominios pueden venderlos, desarrollarlos o bien mantenerlos (quizás en un parking) esperando que se revaloricen.

El mercado secundario de dominios (aftermarket) tiene unas características especiales:

1. Este mercado es muy sesgado, no es un mercado de masas. Los compradores no son atraídos por las habituales técnicas de marketing para grandes audiencias.
2. Cada parte interesada puede intervenir en uno o más puntos de la cadena de valor del dominio.
3. Una centralización de los dominios a vender en el mercado es la manera más eficaz de establecer una continuidad, maximizar la distribución y evitar disputas legales.
4. El ingreso por afiliados en el mercado secundario es mínimo, además del esfuerzo que casi nunca compensa.
5. El servicio de soporte y atención al público es muy importante, valorado y necesario en este tipo de empresas.
6. La mayoría de la gente no necesita un dominio.

7. Bastantes propietarios de dominios desconocen el funcionamiento del aftermarket de dominios.
8. La mayoría de dominios se venden por un valor inferior a 5.000 $, aproximadamente un 98%.
9. Las comisiones que obtienen las empresas dedicadas a la venta de dominios les impulsa a unas tácticas de marketing agresivas.
10. El saber fehacientemente quién es el propietario de un dominio es fundamental antes de su venta.
11. Cuando un dominio es vendido, el nuevo propietario debe tener acceso instantáneo al dominio. De no ser así, el crecimiento del mercado secundario se ralentiza.

La mayoría de los dominios rondan entre los 300$ y los 5.000$ influenciados por las tarjetas de crédito con las que se efectúan las compras y que suelen tener un límite menor a 5.000$ debido a los fraudes. En cualquiera caso,  los dominios de menos de 300$ tienen unas comisiones de venta prohibitivas.

Los agentes que intervienen en este mercado son:

1. Comprador: puede comprar directamente o a través de un agente
2. Propietario del dominio (se lo puede haber comprado a otro propietario o haberlo adquirido a través de un broker de dominios: agente registrador, reseller, etc…)
3. Portal: Las ventas pueden hacerse directamente entre compradores y vendedores, o a través de un portal que intermedie en todo o parte del proceso. Son los brokers de dominios. También pueden categorizar a compradores y vendedores según su  potencial ( stocks de dominios,  capacidad financiera, confiabilidad, etc…)

Hay un gran debate en si se deben mostrar los precios de los dominios a la venta o no, y si estos deben ser fijos u orientativos. Surgen dudas sobre si los compradores quieren negociar o prefieren algo más instantáneo, o si un precio fijo los disuadiría incluso de contactar con el vendedor.

Es posible que sin un precio orientativo, los compradores tampoco se metan en negociaciones. Además, muchos propietarios de dominios prefieren evitar las subastas porque no se fían de ellas. La mayoría de las empresas de aftermarket de dominios no los listan si no tienen un precio orientativo.

Las comisiones deberían ser variables según el dominio, la urgencia que tiene el propietario de  venderlo y el esfuerzo de la empresa que intermedia para materializar la venta.

El propietario del dominio debe demostrar que es suyo antes de ponerlo en venta y la empresa intermediaria no debería aceptar dominios dudosos. A veces, el proceso es un poco más complicado de lo que debería si en el whois se oculta o enmascara los datos del propietario. Además, los brokers de dominios no deberían aceptar dominios que infrinjan claramente los derechos de marcas registradas. Esta comprobación es a veces bastante difícil o imposible, pues depende de cada país.

Las empresas que ofrecen grandes stocks de dominios deberían categorizarlos de acuerdo con estos criterios:

1. Precio de venta (orientativo o directo) y si está a subasta o no.
2. Keywords asociadas al dominio.
3. Tráfico pre-existente o actual del dominio.
4. Categorías genéricas en las cuales encaja el dominio.
5. Idiomas en los que encaja.
6. Longitud, número y orden de las palabras, guiones y números, extensión del dominio
7. Geolocalización del dominio: países, regiones o lugares para los cuales es adecuado el dominio.
8. Urgencia en la venta del dominio por parte del propietario.
9. Si el propietario oferta paquetes de dominios, o se vende por separado. El propietario en algunos casos también podría ofertar descuentos por número de dominios adquiridos, etc, …
10. Precio objetivo del dominio: calculado en función de ventas de dominios de su misma categoría.
11. Si el dominio es gramáticamente correcto en su idioma o no.

La compra de dominios vía tarjeta de crédito puede ser peligrosa si luego el comprador no atiende el pago. Es más seguro si se usa el servicio "Verified by Visa". En este caso,  las comisiones no son desdeñables, entre un 1 y un 4,5 %. Las transferencias bancarias son el método más seguro, su inconveniente es la lentitud frente a la inmediatez de las tarjetas de crédito. El pago por paypal con usuarios verificados es también bastante seguro y más rápido que la transferencia bancaria.

Han dejado 1 comentario...

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Pablo

19 de diciembre de 2006 at 5:40

Hola, no tendras el pdf para leerlo en ingles? Porque no se de donde sacarlo. Gracias

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