Esta web usa cookies para mejorar tu experiencia de usuario. Si continúas entendemos que das tu consentimiento. Leer más.

El 14 de Abril de 2009 el panelista único Richard Hill denegó la demanda UDRP presentada por Versa Capital solicitando el dominio versacapital.com (Caso Versa Capital Management, LLC v. Affordable Webhosting, Inc.).

Además dijo que era un caso de intento de secuestro inverso de dominios. El motivo es bien sencillo, Versa Capital era consciente cuando inició el procedimiento administrativo de que había solicitado la marca registrada en 2007, 5 años después de que el dominio fuera registrado.

Esta demanda fue presentada el 9 de marzo de 2009, pero ese mismo día también presentó otra por el dominio versa.com (Caso Versa Capital Management, LLC v. Roger Schmidt). Esta vez le tocó el dominio. Fue registrado en 1994 y el propietario actual lo adquirió en enero de 2009.

El panelista único Louis E. Condon infiere que el demandante ha establecido derechos sobre el término VERSA hasta llegar a establecer un significado secundario para la palabra debido a su continuo uso en conjunción con atención en los medios no solicitada. Esto a pesar de que una búsqueda en Google ofrece resultados de lo más diversos: un coche de Nissan, una compañía de válvulas, un teléfono móvil, etc…

El demandado no se defendió y el panelista dijo cosas como "…hay mala fe porque la web a la que redirige el dominio tiene links a sitios no relacionados con el demandante creando confusión entre los usuarios…" o "…el demandante aparece en el whois como Roger Schmidt lo cual  no indica que sea comúnmente conocido por el dominio versa.com. El demandante no ha ofrecido ninguna evidencia de lo contrario. El Panel infiere que el demandante no es comúnmente conocido por el dominio en disputa…"

En definitiva, Versa Capital ha jugado a las demandas obteniendo como premio un buen dominio y una inocua declaración de que ha abusado del procedimiento administrativo de resolucion de conflictos.

Han dejado 1 comentario...

Avatar

Anna García

28 de abril de 2009 at 22:19

Curiosa historia, que demuestra lo aleatorio y poco justo que resultan ser las resoluciones y los argumentos de algunos panelistas.

¿Quieres dejar tu comentario?