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La empresa AGL Energy Limited de Melbourne no ha conseguido obtener el dominio acrónimo registrado hace 15 años AGL.com (Caso D2013-1817).

El propietario del dominio John M. Van John estaba representado por el abogado y experto en dominios Ari Goldberger de ESQwire.com.

Este caso es interesante porque uno de los panelistas, Andrew F. Christie, quería aplicar un nuevo criterio a dominios genéricos que formaran parte o fueran iguales a marcas registradas.

El demandante es una empresa australiana de generación y distribución de gas que opera desde 1837. Tiene varias marcas registradas AGL en Australia y Nueva Zelanda desde 1975. También 44 dominios que incorporan la marca.

El dominio ha pasado por manos de otras terceras partes hasta que el demandado lo adquirió en 2011. Históricamente ha estado en parking con links no relacionados con la actividad del demandante.

El demandado alegaba que el dominio era un acrónimo que no tenía un significado secundario asociado a la marca del demandante y que otras terceras partes podrían tener el mismo derecho sobre él. El demandado ademas es de Estados Unidos estando focalizado el negocio del demandante en Australia. El demandante tiene además otros cientos de dominios de tres letras acrónimos por su valor genérico.

Los panelistas Diane Cabell y Christopher Pibus estimaron que no era intención del demandado aprovecharse de la marca del demandante sino que simplemente uno de los acrónimos que registro coincidía con la marca.

El panelista Christie consideraba que el modelo de negocio de registrar combinaciones de tres caracteres por sí mismo no daba intereses legítimos en el dominio. Consideraba que el demandado debe demostrar algún tipo de conexión entre sus actividades presentes o futuras y el dominio, ya sea en conexión a ofrecer servicios o productos o un uso legítimo no comercial o de buena fe.

Según Christie el demandante estaba monetizando la marca del demandante a través de links de pago, lo cual no constituye un interés legítimo en el dominio.

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